Si adoptás, salvás dos vidas. La del animalito que te llevás a tu casa para llenarlo de amor y la del que encuentra un lugar en un refugio o protectora para ser cuidado y querido hasta que también encuentre una familia.
Y si no podés adoptar, hay muchas otras maneras de ayudar: colaborar con los refugios y protectoras de tu barrio, concientizar a tus familiares y amigos de que los animales no son objetos si no seres que sienten y con los que hay que ser responsables, difundir a los animales que están en adopción y todas las maneras que te contamos siempre.
Todo ayuda y entre todos podemos lograr que cada vez haya menos animales en las calles. Ellos te lo van a agradecer llenando tu vida de alegría y amor.
Modelo gatuno: Apolo
Modelo perruno: Vulcán
No hay comentarios:
Publicar un comentario
no se permiten palabras fuera de contexto