El decidir incluir un animal a nuestra familia es algo muy importante: la misma no es una decisión que se deba tomar a la ligera.
Antes de adoptar, tomate tu tiempo para pensar qué es lo que esperás de tu futuro compañero perruno/gatuno: si querés que sea muy activo o más bien tranquilo, si tenés la paciencia para criar un cachorro (con todo lo que eso significa) o preferís evitar esta etapa, si tenés para brindarle el tiempo que ellos necesitan.
Para tomar esta decisión otra de las cosas que tenés que tener en cuenta es tu experiencia personal: si tuviste o no animales con anterioridad, como eran, quiénes lo criaron, etc.
Al adoptar, estás asumiendo el compromiso de cuidarlo y quererlo por el resto de sus días: pensá que, según la edad que tenga, va a estar a tu lado de 10 a 20 años.
¿Porqué adoptar un animal y no comprarlo? Se estima que sólo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires hay más de 10.000 animales callejeros.
Ellos son víctimas del maltrato y la indiferencia social. Algunos tendrán la posibilidad de salir de las calles, pero la mayoría no.
La posibilidad de la adopción para muchos al día de hoy es un tema desconocido. Es ese desconocimiento (así como también las modas) lo que lleva a muchas personas a pagar precios irrisorios por un animal: chequeando precios con criaderos, vas a encontrar animales que cuestan hasta $7.000.
¿Sabías que con esa plata podés ayudar a más de 100 animales en un refugio? ¿Sabías que al comprar un animal estás incentivando que haya personas que sólo vean a los perros y gatos como una inversión para fábricar cachorros, retribuyéndoles ganancias monetarias?
Antes de comprar un animal, considerá la opción de la adopción. El cariño y la amistad, no se compran.
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