miércoles, 31 de octubre de 2012

Conz nos responde las cinco preguntas

Conz tiene 28 años, es comunicadora y realizó un master de periodismo en la Universidad de Columbia, Nueva York.
Ganó mucha popularidad en internet y hasta fue llamada la chica web. Escribe en su blog desde 2001 y esta semana se hizo un ratito para respondernos las cinco preguntas.


¿En qué proyecto estás trabajando actualmente?
Actualmente trabajo para ABC/Univision como Social Media Editor en New York. 

¿Cuáles son tus objetivos y planes a futuro?
Quiero seguir trabajando online, seguramente continue del lado de social media ya que es un area que muta constantemente lo cual da lugar a aprendizaje y nuevas experiencias. 

¿Cuál es tu relación con los animales?
AMO con locura a los animales. Mi madre siempre bromea diciendo que mi primera palabra no fue mamá ni papá, fue perro. Tuve hamsters, pollitos, peces, tortugas, perros, un gato. Mi primer perro fue un regalo de mis vecinas quienes no podian tener más al cachorro en su casa y decidieron dármelo a mí porque yo enloquecía cuando lo veía. Estuvo conmigo 17 años y aunque suene loco, era como un hermano. Se murió en mis brazos en el 2006 y decidimos con mis padres no tener otro animal por un tiempo. En 2009 adopté a Vicente, un gatito callejero. Nunca había tenido gatos, no me habia relacionado con ninguno, pero con el fue amor a primera vista. Cuando me mudé a NY mis padres adoptaron a Hans, un boyero de berna que parece más oso que perro. Se llevan genial Vicente y Hans. 

¿Una anécdota graciosa con tus animales?
Muchísimas. Son tan buena compañía. Cuando operaron a mi abuela en 2009 Vicente tenía meses apenas. Ella se quedó en nuestra casa durante varios meses hasta recuperarse por completo. Vicente durmió todas las noches en su cama, prácticamente sobre la pierna que le habían operado. 

¿Un mensaje para nuestros lectores?
Adopten, no compren! Hay muchos cachorritos y gatitos que necesitan una familia y están dispuestos a dar tanto amor como un animal de pura raza. No regalen perros si la persona que lo recibe no está 100% dispuesta a criarlos. Sean conscientes de que los animales los acompañarán por muchos años, no lo tomen como un capricho. 

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