Sin lugar a dudas, la irrupción de Internet como medio masivo fue una gran revolución: muchísimo alcance a bajo costo.Es así como cientos de personas, organizaciones y proyectos que tenían algo para decir y compartir con el mundo se vieron beneficiados.
El mundo del proteccionismo no es ajeno, y la lucha que llevamos a lo largo de muchos años los refugios, protectoras y personas anónimas encontramos un lugar donde difundir y concientizar. Aquellos que día a día ponemos el pecho para rescatar, cuidar y rehabilitar animales maltrechos por la mano del hombre y la desidia social ya no estábamos solos.
Sin embargo, ¿qué es lo que pasa cuando todo este potencial de expresión es usado para promover el maltrato y el asesinato de animales?
No nos cansamos de ver como día tras día aparece un triste caso en el cual las personas, sea por la necesidad de atención o simplemente el desprecio por el prójimo, cuelga de la web imágenes con animales mutilados o amenaza con hacerlo.
¿Qué hacer?¿Hasta dónde llega la libertad de expresión? Lamentablemente la mayoría de las leyes no condena el maltrato animal, mucho menos su difusión en Internet. Sin embargo vos podés hacer valer tu voz: cuando te topes con este tipo de material en Internet, DIFUNDÍ Y DENUNCIÁ.
Entre todos, podemos cambiar las cosas.
Lo que hay que hacer, y que pocas veces se hace, es insistir con que se identifique a quienes suben esos videos, como se hizo en Bosnia. Más allá de la ira de PETA y de la gente que pide mano dura para quienes se atreven a una cosa así, no pasa de una multa monetaria estipulada, lo cual es una pena. Porque uno puede pagar pero aun asi no dejar de ser cruel.
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