Ayer nos dejó Paco. El cielo no paraba de dejar caer sobre nosotros la lluvia, como si entendiese nuestro dolor y nos acompañase en este díficil momento.
A lo largo del poco tiempo que estuvo con nosotros, aprendimos a mimarlo, cuidarlo y amarlo.
Muchas veces nos preguntamos ¿Por qué?
¿Por qué tuvo que pasar por tanto en sus cortos 5 meses de vida?
A Paco no pudimos hacer otra cosa más que amarlo en demasía. A pesar de su fragilidad, siempre me ofreció su ronroneo y su cabecita apoyada contra mi cuerpo.
Cariñoso a más no poder, cuidarlo fue una de las experiencias más gratificantes que viví. Siempre agradecido de las caricias, los mimos, y el rico paté casero que las voluntarias le preparaban especialmente para él.
La peleó siempre, en cada revisión, en cada análisis, en cada recaída... SU espíritu fue inquebrantable.
Lamentablemente su cuerpito no lo acompañó y terminó dejándonos ayer lunes a la noche, luego de dos días complicados en los que intentamos todo para retenerlo entre nosotros.
Como consuelo de tonto, pienso que al menos dimos todo por hacerte sentir bien. Supongo que al menos durante este poco tiempo que estuvimos juntos, tuviste una familia, que te tuvo a upa y veló por vos todos los días. Al menos no estuviste solo.
Paco, sé feliz, donde quiera que estés.Nos vemos al rato, esperame.
Carla Caprarulo
Sociedad Protectora de Animales Sarmiento.
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